Algunos recordarán la película “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos“, en que Jim Carrey y Kate Winslet son una pareja que termina su romance y decide eliminar todas las memorias que tienen del mismo para ahorrarse el trauma.
Pues resulta que los científicos ya descubrieron cómo borrar memorias del cerebro. Por ahora sólo funciona con ratones de laboratorio, pero ya es un paso en esa dirección.
Un equipo de neurocientíficos de la Johns Hopkins University descubrieron que alterando una proteína específica del cerebro se puede buscar y eliminar memorias traumáticas a un nivel molecular. Para probarlo, los investigadores expusieron a unos pobres ratones a sonidos que asustan, y observaron lo que sucedía en sus cerebros cuando los ratones asociaban el ruido con la sensación de miedo.
Descubrieron que una parte del cerebro era la más activa en el proceso: la amígdala. No me refiero a eso que tienes en la garganta, sino a la amígdala cerebral, un centro de neuronas ubicado en cada hemisferio y que es considerada una de las partes más arcaicas del cerebro. Se piensa que la amígdala es responsable de formar memorias conectadas con eventos emocionales, y los científicos pudieron determinar que hay una proteína en particular en las células nerviosas de la amígdala que ayuda a que se haga esa conexión y se establezca la memoria.
Resulta que estas proteínas son bastante especiales, y pueden ser buscadas y eliminadas de las células nerviosas. Esto debilita la conexión en el cerebro creada por la memoria traumática, de tal modo que la memoria no es sólo suprimida, sino permanentemente eliminada. Las proteínas están más activas durante las 24 horas siguientes al evento traumático (como para fijar la memoria), y desaparecen después de 48 horas, cuando la memoria ya se te quedó grabada.
De este modo, la técnica probablemente funciona sólo si te pasó algo recién. En ratones al menos, funciona perfectamente.
Los investigadores dicen que esperan crear una droga que pueda atacar esta proteína y evitar la formación de memorias traumáticas. Así podrías llevarlas en tu bolsillo y en caso de que te pase algo horrible, te tomas una pastillita y puf! se fue el trauma.
Por un lado, podría ser útil para tratar estrés post-traumático y situaciones como violaciones, guerras y otros eventos traumáticos. Sin embargo, creo que ni siquiera es necesario indicar los abusos que podría llegar a tener un sistema para borrar memorias.
Al final, uno tiene memoria por algo, y si nos olvidamos de todo lo malo que nos pasó, ¿cómo vamos a aprender para que no nos pase de nuevo?