Tras ser anunciado en abril, Final Cut Pro X fue lanzado este martes, con un nuevo modelo de distribución que eliminó las ventas físicas y las centró exclusivamente en la Mac App Store. La nueva edición también tiene un nuevo precio: US$ 299.99 por la única versión (a diferencia de los anteriores Final Cut Express y Final Cut Server), más US$ 49.99 por cada uno de los softwares complementarios: Motion y Compressor.
De eso van 6 días y la respuesta al lanzamiento ha sido categórica: Final Cut Pro X es un retroceso. De hecho, varios editores lo han llamado “el peor lanzamiento en la historia de Apple”.
Si uno va a la página del programa en la App Store, se puede ver que tiene una calificación de 2,5 estrellas, de un total de 5. Hasta ahora, de 1087 calificaciones, 497 han sido de sólo una estrella.
¿Por qué tanto rechazo? Primero hay que entender que FCP X no es una evolución de la versión anterior. Es un reconstrucción completa del programa, que lo convirtió en una aplicación de 64 bits, con más poder de edición pero a la vez simplificando su funcionamiento. Es esto lo que ha generado muchos comentarios negativos de parte de los usuarios, que han calificado a FCP X como “iMovie Pro” (o un Movie Maker Pro).
Dentro de los reclamos está el no poder editar con un monitor externo, la incapacidad de compartir proyectos, la ausencia de soporte para cámaras RED y, algo básico, la incapacidad de abrir proyectos de versiones anteriores de Final Cut.
Apple está tratando de hacer algo de control de daños. En la semana anunciaron que sacarán actualizaciones cada 6 meses para ir solucionando los problemas del software, además de ir entregando nuevas funcionalidades. En otro intento de solucionar los problemas, un encargado de producto de Apple le comentó los reclamos y qué tan verdaderos son a David Pogue del New York Times.
El “revuelo” causado por la nueva versión de Final Cut Pro ha sido tanto que incluso fue tema en los talk shows norteamericanos. Tanto así que en el programa de Conan O’Brien aprovecharon de burlarse un poco con un video (más abajo) que muestra “los poderes de edición del programa”.
Parece que esta vez la idea de Apple de hacer un software más simple y directo no resultó tan bien, ya que en el intento, desencantaron al verdadero público objetivo de su herramienta de edición de video.