En línea con la mantención de procesos de mejora continua y la implementación de acciones que permitan fortalecer las medidas sanitarias dispuestas actualmente en el aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta, APORT -empresa a cargo de la concesión del terminal- incorporó nuevo equipamiento tecnológico, enfocado en reducir lo más posible contactos innecesarios entre personas, para aumentar la seguridad de quienes deben realizar viajes en avión durante esta contingencia y para aquellos que trabajan en las instalaciones aeroportuarias.
A partir de esta semana comenzaron a operar -en período de prueba y puesta en funcionamiento- cámaras que permiten controlar el aforo en cada uno de los accesos al aeropuerto, información que es comunicada además a través de una pantalla para los usuarios que accedan al terminal. A esto, se suman otros dos dispositivos -también en las entradas- que posibilitan medir la temperatura facial de los pasajeros y detectar automáticamente el correcto uso de mascarillas. Lo anterior es complementado con estaciones con dispensadores de alcohol gel sin contacto, instaladas en todos los sectores claves para el embarque y desembarque de pasajeros. Adicionalmente, también se instalaron tótems de toma de temperatura a distancia y dispensadores de alcohol gel automático en el acceso a las áreas de oficinas del personal de las aerolíneas.
“Desde el inicio de la pandemia, como operadores, hemos desarrollado medidas innovadoras con el fin de aportar a la seguridad del pasajero, con soluciones atractivas, confortables, seguras y que no conlleven un mensaje negativo que inquiete al pasajero, como por ejemplo, cruces o prohibiciones. Hemos priorizado dar un mensaje constructivo y que motive al autocuidado. Nos hemos adelantado en acondicionar el edificio terminal para el momento en que, una vez controlado el virus en el país, se reactive el transporte aéreo. Hoy, bajo esa misma filosofía, quisimos reforzar el trabajo ya realizado y sumar elementos tecnológicos que facilitan, además, la fiscalización del cumplimiento de las medidas de prevención y autocuidado en nuestros aeropuertos, con el agregado tremendamente relevante para nosotros de ser reconocidos como un aeropuerto sanitariamente seguro para nuestros pasajeros a través de la certificación del Consejo Internacional de Aeropuertos, ACI”, explicó el gerente general de APORT, Felipe Fraser.
Las medidas descritas se suman a la reconfiguración de las butacas en la sala de embarque con el objetivo de que los pasajeros mantengan siempre distancia entre ellos; la instalación de separadores acrílicos entre asientos y mesas distanciadoras; la implementación de lavamanos portátiles en áreas públicas del terminal; alfombras sanitizadoras en todos los accesos al edificio terminal; barreras acrílicas para los counters y mesones de atención a público; y comunicación constante sobre las medidas de seguridad, a través de mensajes por altavoz, señalética al interior del aeropuerto, página web y redes sociales.
Certificación internacional
El plan dispuesto por APORT permitió someter a los terminales Andrés Sabella, de Antofagasta, y a Diego Aracena, de Iquique, al programa de Acreditación Sanitaria de Aeropuertos del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés), el cual realiza una evaluación de cuán alineadas están sus medidas sanitarias con las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Recuperación de Aviación del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), además de compararlas con las mejores prácticas internacionales.
Los aeropuertos Andrés Sabella de Antofagasta y Diego Aracena de Iquique, ambos operados por APORT, lograron esta certificación internacional, convirtiéndose en los primeros terminales regionales en recibirla, después del Aeropuerto Internacional de Santiago.
De acuerdo a ACI, la certificación permite a los aeropuertos demostrar a los pasajeros y gobiernos que las medidas implementadas son consistentes con los estándares reconocidos e implementados a nivel mundial, y que en sus distintos procesos se está priorizando la salud y la seguridad tanto de pasajeros como del personal y del público, proporcionando instalaciones seguras e higiénicas.
“La certificación nos permite demostrar que somos un aporte concreto a la seguridad sanitaria de la región y confirma el trabajo que estamos realizando para velar por la seguridad y tranquilidad de nuestros usuarios y colaboradores desde el inicio de la pandemia”, puntualizó Fraser.