En Chile académica de Harvard entrega consejos para mejorar alimentación de escolares

Juliana Cohen es académica del departamento de Nutrición de Harvard. Su principal área de interés es la investigación en nutrición infantil, incluidas las intervenciones escolares, la salud y el desarrollo de niños, niñas y adolescentes, las desigualdades de salud y las políticas públicas de nutrición. Esta doctora en Nutrición visitó Chile gracias a la Escuela de Nutrición de la Universidad San Sebastián, donde llevó a cabo distintas charlas y mesas de trabajo con estudiantes y actores del mundo de la alimentación, como representantes de JUNAEB, Elige Vivir Sano, FAO de la ONU y académicos.

Dentro de las presentaciones de la dra. Cohen llamaron la atención dos puntos: Que la comida saludable no tiene por qué costar caro y que los menús escolares tienen que ser pensados de acuerdo a la locación del colegio y los aspectos culturales de los estudiantes. La académica comentó que deben utilizarse sabores y condimentos familiares y culturalmente apropiados, así aumenta el potencial para aumentar su aceptación y consumo por los estudiantes.

“No importa si estamos en una escuela o en la universidad, nos gusta comer aquello que sabe bien. Entonces, es muy importante buscar maneras de mejorar el sabor de las comidas escolares y su apariencia para los estudiantes, además de asegurarse de que son apropiadas para estudiantes diversos. Similar a Chile, Estados Unidos también tiene mucha diversidad cultural a lo largo del país. Cuando miramos las investigaciones, 6 de 9 encontraron esta relación entre la palabilidad con el mayor consumo de los almuerzos”, comentó Juliana Cohen.

La académica fue invitada por la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián en el marco del proyecto FONDECYT de Iniciación (Prevention Alternatives for Household Food Waste in Chile) del académico e investigador de la USS, Andrés Silva, quien comentó que el apoyo de la USS, tanto a nivel de infraestructura, apoyo de personal y de recursos adicionales fue fundamental para hacer una visita de primer nivel.

“En el proyecto FONDECYT de Iniciación estamos midiendo los desperdicios alimentarios en hogares, ahora, con una postulación en revisión estamos solicitando recursos para medir los desperdicios de colegios públicos. La alimentación escolar es el tema central de la investigación de doctora Cohen y, en ambos proyectos, contamos con el apoyo de ella”, indicó el doctor Silva.

Frente a la diversidad de gustos, JUNAEB ha tomado cartas en el asunto, planeando regionalmente las minutas de los colegios para que estas sean adecuadas a las necesidades de los niños, niñas y adolescentes (NNA). Además, se está trabajando en el desarrollo de menús basados en plantas para estudiantes vegetarianos y veganos. De esa manera podrán alimentarse cumpliendo con sus requerimientos calóricos y respetando sus decisiones alimentarias.

Durante el año, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) de JUNAEB hace entrega de desayunos, almuerzos, onces, colaciones y cenas a estudiantes en condiciones de desventaja social, económica, psicológica o biológica. Este beneficio se les otorga a NNA que cursen educación prebásica, básica, media o de adultos de establecimientos educacionales municipales, dependientes de Servicios Locales de Educación o particulares subvencionados, adscritos al PAE. Para acceder a las becas es necesario tener información actualizada del Registro Social de Hogares. En base a esta información, se determina el cumplimiento de requisitos de acceso y se selecciona a estudiantes.

“Estamos enfocados en la ingesta. Sin perjuicio de eso, lo que nosotros hemos hecho es reforzar la estructura alimentaria con la cual se elaboran las minutas y cada dirección regional de JUNAEB va conversando con su prestador del servicio para saber cuáles son las comidas que cumplen con los requisitos nutricionales, pero que tienen mayor aceptabilidad en la región. Ya sea porque hay estudiantes de la zona que están acostumbrados a comer cierta comida o por fenómenos migratorios”, dice Francisco Pizarro, jefe del Departamento de Alimentación Estudiantil de JUNAEB.

Otro punto para considerar que abordó la dra. Cohen es que los NNA bien nutridos tienen un mejor rendimiento académico. La académica de Harvard expuso que una dieta más saludable puede conducir a cambios en la estructura y funcionamiento del cerebro, particularmente en la corteza frontal —que es la encargada de la memoria, la atención, la planificación y el control de los impulsos—. También explicó que hay fuerte evidencia de que la actividad física también mejora el funcionamiento cognitivo y la salud mental.

“Lo que ha encontrado la investigación es que cuando los niños consumen dietas más sanas mejora su memoria, su atención, como también su habilidad de planear, su control de impulsos y su comportamiento en la sala de clases. Lo que muestra la evidencia es que los beneficios más grandes vienen de las grasas saludables, como la palta, y también de frutas, verduras y granos integrales. Hay evidencia muy fuerte de que estos alimentos mejoran el funcionamiento cognitivo”, analizó la doctora.

En Chile se está trabajando por lograr una alimentación gratuita universal para colegios públicos y particulares subvencionados. Respecto a ello, Juliana Cohen mencionó que en Estados Unidos también buscan esa meta, ya que según su investigación así disminuirán las barreras de acceso a alimentación de los NNA y aumentará la asistencia a clases. Actualmente, las comidas escolares universales están disponibles en un pequeño número de países, que son: Finlandia, Suecia, Estonia, Corea del Sur, Inglaterra y Escocia (solo para niños en sus primeros tres años de escuela primaria), Japón (universal, pero no gratis) y EE. UU. (escuelas de alta pobreza).

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