SernamEG busca quebrar estereotipos en el tratamiento de mujeres en medios masivos

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Estudiantes de periodismo de la Universidad Católica del Norte se sumaron a la campaña Quebremos los Estereotipos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, a fin de ampliar el tratamiento que reciben las mujeres en los medios de difusión sociales.

El tema, que fue abordado en profundidad en un seminario preparado al alero de la Red de Asistencia a Víctimas, de la cual forma parte el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, tuvo por propósito propender a ejercer con una visión crítica hacia los diferentes contenidos, ya sea textual, fotográfico y propios de la televisión, que no muestra la variedad de mujeres que existen en el país.

“Es importante señalar que las mujeres somos objetos de un tipo de violencia que muchas veces pasa desapercibida, denominada violencia simbólica y que va afectando la autoestima desde la infancia, por ejemplo cada vez que no nos sentimos acordes con los parámetros de belleza imperantes o que se nos juzga por nuestra apariencia estamos vivenciando este tipo de violencia”, afirmó la Directora Regional del SernamEG, Viviana Ramírez Páez.

La campaña, que comenzó en la región mostrando las fortalezas de las mujeres que trabajan en minería, continuó con la organización del seminario, porque “el acto de quebrar un estereotipo pasar por romper el molde cultural que nos entregan a diario los avisos publicitarios, las noticias o los programas de televisión”.

El SernamEG elaboró una guía ilustrada para una comunicación sin estereotipos el cual muestra, con datos aportados por el Consejo Nacional de Televisión en 2015, que el 52 por ciento de las mujeres que aparecen en televisión son altas, un 42 por ciento de cabellos castaños y un 82 por ciento, delgadas.

“Las profesiones que son ejercidas por mujeres, los juegos infantiles y las tareas domésticas conllevan un componente donde las mujeres nos vemos constreñidas a una visión limitada de las reales potencialidades que poseen y que es mucho más que elegir el color rosado, hacer un buen pastel o vincularlas solamente con los aspectos emotivos para resolver un problema”, afirmó Ramírez.